Hasta el 2006 mi relación con Italia era únicamente televisiva y en dos épocas muy marcadas. Mayo para ver el giro, y un domingo de octubre para disfrutar del Giro di Lombardia. Paredes de hielo en las cunetas del Stelvio, y hojas caídas en Como. Pantani, Bartoli, Casagrande, Bettini, Gotti, Argentin, Chiapucci, Binda, Girardengo... y mucha, mucha afición en las cunetas. Mucha cultura ciclista. Toda esta mezcla me recordaba mucho a ese sentimiento ciclista que hay aquí en el País Vasco, cambiando esos nombre por los de Lejarreta, Gorospe, Lasa, Perurena.
Y me recuerda en muchos aspectos, incluidas las rivalidades. Actualmente España esta dividida deportivamente entre Barça y Real Madrid. Pero hace muchos años, en los 50 estuvo dividida entre dos vertientes ciclisticas. Bahamontistas y Loroñistas. En Italia, a finales de los 40 ocurrió lo mismo pero a lo bestia. Hubo dos Italias. La progresista, con "is campionissimo" Fausto Coppi como estandarte. Y la católica y tradicionalista con Gino Bartali, "el monje volador". Algún día escribiré sobre este tema que me entusiasma, pero aquí me centrare en mis experiencias italicas, que sino me pierdo.
Trieste
El asunto fue que pude visitar por primera vez suelo itálico, y a pesar de ser mayo, el Giro pasaba dos días mas tarde por la ciudad y me lo perdí.
En ese mismo embarque, estuve fondeado 4 días en la Bahía de Venecia esperando para descargar en el canal de San Leonardo, en Malamocco. 4 días viendo el Lido, las torres de la catedral y demás, para entrar a descargar en una terminal en medio de una marisma y sin opción de visitar la ciudad. Tanta rabia me dio, que me propuse visitar el país con las ganancias del embarque.
Como podéis imaginar, estando de alumno y encima cobrando en dolares, en tres meses de embarque no gane mucho mas de 300.000 pelas. Pero en julio, con examenes pasados, metí las maletas y una bicicleta en mi antiguo ford Scort, y para allí me fui.
Por supuesto que hubo apuestas entre mis conocidos de que iba en coche pero volvía en avión o en tren a Bilbao. Y la verdad, un coche Diesel, de 56 Cv de potencia, 280000 kilómetros, 15 años de edad, y miles de kilómetros por delante. Pero salí de Bilbao, Recorrí los pirineos hasta Perpignan, desde allí toda la costa mediterranea francesa, Marsella, Cannes, Niza, Monaco, Saint Tropez y entre en Italia por la costa.
Podéis suponer, para un globero como yo entrar a Italia por San Remo, justo el día que ganaron el mundial de 2006. Ese día fue la ordiga, no solo por el ambiente en las calles, sino por recorrer en coche el trayecto del primer monumento del año, la Milan - San Remo. Ver el Poggio, la Cipressa, y los capos del camino hasta llegar a Génova.
Tras Génova, me acerqué a Milán, vi el duomo, la escala, la pinacoteca di brera, y la tienda museo donde estaba la bicicleta de Serse Coppi, y como no, me compre la Maglia Rosa que veis en mi foto. De Milan fuy a Como, conocida por dos cosas, haber sido el final del Giro de Lombardia y por su lago (Ademas, en Adios a las armas de Hemingway, los "protas" se escapan de la guerra cruzandolo), Bergamo, Turin. De allí me escape a ver el Tour al Alpe D'Huez, pasando por Sestrieres, fenestrelle, Lautaret, Briançon, y vuelta por Pinerolo donde ocurrió aquella mitica etapa del "Un uomo solo è al comando; la sua maglia è bianco-celeste; il suo nome è Fausto Coppi".
De allí al Laco di Garda, verona, Triste, Venecia, Florencia y ya con lo justito, media vuelta para llegar a Bilbao con escasos 57 € en la cartilla. En esa visita en el 2006 me mezcle con la gente y me enamoro este país. Es mas, hasta el año pasado siempre he dicho que si no pudiera vivir en Bilbao me encantaria vivir en Italia, en Trieste por su vinculo al mar como preferencia principal. El año pasado ademas de Trieste, decidi que me encantaria hacerme una casa en Punta Rucia, en la Republica Dominicana. Pero Trieste tiene mas puntos, la verdad.
En 2007, visite Italia de nuevo en mi primera campaña de oficial, Priolo, cerca de Augusta. Aun recuerdo como descubri que era cierto que habia dos tipos de Italiano. El Italiano y el Sicialiano. Y lo descubri a lo bestia, pero por chuleria llamando por radio al puerto. "compamare, compamare, Due hore per le arrivo a stazione di Piloti". Por supuesto, mi total ignorancia del "siciliano" me dejo en un compromiso bastante vergonzante con el capitan cuando me respondieron desde el puerto por el canal 16.
Hize una visita relampago en 2010 y una un pelin mas larga el verano pasado. Sienna (donde termina La Eroica), Florencia, Rome, Castiglione del Laco Trasimeno, Santa Margherita. En fin, me encanta ese pais, sus gentes y su ciclismo.
En mi historia globera he subido muchos puertos, clasicos del ciclismo vasco, español y frances. Orduña, Urkiola, Sollube, Neila, lagos, Demanda, Alisas, Hautacam, Luz Ardidem, Alpe d'Huez (en mountain bike asi que no cuenta)... Pero en 2010 subi por primera vez el Tourmalet, un puerto mitico. Casi se me saltaban las lagrimas de la emocion. Es la misma sensacion que si un chaval le dejas juagar un partidillo en San Mames. El año pasado tome la determinacion de volver asentir lo mismo pero a la italiana.
Un año, voy a machacar, ponerme en forma, limar kilos, y cuando me compre una bici nueva de carretera, de fabricacion italiana a ser posible, cruzar el mediterrano en ferry hasta Civitavechia, coger la via aurelia hasta Roma, de alli a Terni, y subir el Terminillo. De alli hacia el norte, Gavia, Stelvio, Giau, Zoncolan, Mortirolo... Y ver el giro en los Dolomitas. Eso sera algun dia. Mientras tanto, me conformare por la tele, que es lo que hare ahora mismo.
W'il Giro, W' l'Italia