Ayer tuve 12 horas ajetreadas, de cinco de la tarde a cinco de la mañana. Fui a ver un documental al cine, "Una esvastica sobre el BisaSSoa", extremadamente recomendable. Después la locura de un hipermercado un sábado a la tarde y a las diez reunirme con mis letradit@s.
Cuando acabe mis estudios en la náutica y mientras encontraba trabajo a bordo de los buques empece la carrera de derecho. Incluso aprobé romano, economía y alguna mas. Desde entonces llamo mis letradit@s a los chic@s que encontré por allí.
Empezar una carrera a los 24 años es bastante diferente a hacerlo a los 18. No en lo académico sino a las sensaciones. Te encuentras que hay un montón de chicos y chicas con las mismas sensaciones que tu tuviste seis años atrás. Que los profesores te tratan de manera diferente al resto del alumnado por que al verte mas mayorcete consideran (no se si acertadamente) que tienes cierto poso ya adquirido y que tal vez estés "resabiado".
En cuanto a los chavales, supongo por la diferencia de edad, algunos incluso me tomaban como una pequeña referencia. Y creo que incluso varios me llegaron a tener en relativa estima ya que llegaron a hacerme delegado de curso.
En ese momento vi muchos proyectos de personas. Gente con mayor y menor potencial, y no me refiero a lo profesional, que no sabias muy bien como podrían acabar. Incluso hice alguna gran amistad muy importante que hoy mantengo.
Esta semana, Xabi, vía facebook (cosa de las nuevas tecnologías), me aviso de una pequeña reunión con esos chic@s. No tenia muy claro si debía acudir ya que al fin y al cabo yo tuve que abandonar la carrera y no tenia mucho sentido que yo estuviese allí. Por suerte me lo plantee y dije que si.
Ayer me encontré con Hector, Amaia, Saioa, David, Nora... unos pocos solos de los 70 chavales que aparecieron el primer día en la facultad de Leioa. Y me encontré un panorama diferente, similar al que tuve yo hace 6 o 7 años años cuando tenia que entrar en el mundo laboral.
Y vi que mis letradit@s habían crecido, que seguían existiendo dudas y proyectos, pero planteados de diferente modo. Con una serie de historias, ideologias, ganas de trabajar, de crecer como personas, de dar el siguiente paso rápidamente. ¡¡Vi esperanzas y alegría!! Y una alegría de la que contagia. En estos tiempos que corren ver a un grupo de chicos con esas ganas de coger el mundo y ponerlo patas arriba da esperanza.
Reconozco que aunque apenas me junte con ellos, siempre me he ido informando de como les va. Como si en cierto modo fuesen mis pupilos. Ver algunos de ellos ayer, y con esas energías ademas, te llena de orgullo. Orgullo pureta si quiereis, pero de pensar "¡Miralos! Mis letradit@s".
