viernes, 28 de febrero de 2014

La historia se repite

El fin de semana pasado lo pase en un pueblito de León. Valencia de Don Juan, el lugar de nacimiento de mis abuelos. Un sitio tranquilo, con un castillo semiderruido, rio, y sobre todo un cielo nocturno tan estrellado que es lo más parecido al que puedes ver en alta mar.

Como comprenderéis el motivo de subir no fue este cielo. Ya que se puede disfrutar también en julio sin necesidad de soportar ese frio estepario que hace por la meseta a estas alturas. Si no más bien una visita.



Un amigo, le conozco desde hace 14 años. Estudiamos juntos en la escuela de náutica. Navegamos juntos de alumnos, e incluso nos fuimos juntos de aventura africana a trabajar en un puerto en Guinea Ecuatorial. En definitiva. Un amigo, colega y sobre todo buena gente.

Nos fuimos de tapas por el Barrio Húmedo de León. Las tapas, como bien sabréis son lo que aquí en Euskadi llamamos pintxos, pero más grandes y sobre todo gratis. Eso sí, mas encaminadas al bocata de morcilla que al frosting de langostino con mayonesa de zanahoria caramelizada que se estila por acá.

Resulta que la hermana de Astorga tiene cáncer de pecho. Y bastante avanzado. Su historia viene a ser la siguiente. Esta chica (muy joven), le detectan el tumor. Como en su trabajo la procuran seguro medico, esta para agilizar plazos acude a un oncólogo privado.

Este oncólogo, gran renombre en la zona. Trabaja en sanidad pública, profesor y además tiene su consulta privada. En definitiva tres trabajos, puede que mas. Resultado, una atención probablemente  deficiente por lo que me han contado, y ahora pues, bueno… Dejémoslo en pues.

Mi padre lleva 5 años a vueltas con el cáncer. El también tenía médico privado por que su trabajo le aseguraba. El también fue a un doctor de reconocido prestigio, con cargos tanto en hospital público, privado, universidades e incluso algún cargo político.

Mucho trabajo, el bolsillo muy lleno, pero muy malas maneras, pasotismo y le dio el alta a mi padre con un “Señora, estese usted tranquila, que su marido no se muere”. Bueno, no se ha muerto, por que pedimos una segunda opinión y resulto que a este ilustre doctor se le había pasado por alto que mi padre tenía 3 tumores (y bien visibles en las pruebas de radiología).

Todo esto con sanidad “de pago”. ¿Y en la pública? Entiendo que un señor con 4 empleos, no de mucho mas de si. Y que además, deje todavía mas de lado a los pacientes del empleo con salario asegurado. Y si se centra en alguien (poco visto lo visto) sean en sus consultas privadas. Tal vez tenga sus bolsillos llenos de dinero pero seguro que ha de tener una atención deficiente a los pacientes y alumnos.

Yo estuve un tiempo de profesor en una escuela de náutica. Trabajaba para el estado. De 8.15 a 14:30. Toda la tarde libre. Y con mi contrato, la administración me hacia firmar un acuerdo de dedicación exclusiva. Por tanto, a pesar de tener las tardes libres, yo no podía trabajar en nada.

Al, menos en el País Vasco, a los MIR, les hacen firmar dedicación exclusiva igualmente. No tiene mucho sentido que a los médicos residentes les permitan tener otros empleos fuera de la sanidad pública.

Es mi opinión, pero para prevenir este tipo de casos (tanto en sanidad pública como privada) creo que a los médicos y demás personal de los hospitales públicos deberían de subirles el sueldo. Triplicárselo si es necesario. Pero con una dedicación exclusiva que tan solo les permita ejercer como docentes en entes públicos.

Claro, es Gastarse dinero en sanidad pública y tengo entendido que en estos momentos eso no interesa demasiado. Total tan solo son vidas.